Secretos de la Naturaleza

«Reposa tu corazón en la quietud y descubre la vida en sus propios términos.» (Alice White)
Reposando más allá de lo visible, en la naturaleza late un sentido profundo de dirección para nuestras grandes preguntas y una guía para tomar decisiones que sugiere que nada es pequeño. No importan las circunstancias, la naturaleza siempre está renovándose y revela como un espejo nuestros propios ciclos de expansión y contracción. En la aparente quietud vibra la expansión de la abundancia aún cuando pareciera que los obstáculos son insuperables.
Somos parte de un impulso natural hacia el cambio unificado que contiene su propio ritmo y variaciones individuales. Todo lo que se desarrolla frente a nuestra mirada no es otra cosa que un reflejo en el espejo misterioso de la vida que nos desafía a crecer.
Cuando captamos esta verdad esencial los juicios extremos desaparecen y brota una necesidad de intimar con la belleza del momento en que las cosas suceden.
En los ojos de la naturaleza todo es aceptación y movimiento. Al impregnarnos de su experiencia se activa nuestra propia esencia y abrazamos hasta nuestras partes menos queridas aprendiendo a valernos de lo que funciona y a liberarnos de lo que nos bloquea. Reconocer este diseño natural y adoptar la gracia de su movimiento hacia el equilibrio es fuente de bienestar y satisfacción existencial. Es entonces que los extremos opuestos comienzan a ser solo una referencia al considerar nuestras valoraciones.
La vida está siempre explorando sus mejores opciones para corregir, compensar y crecer. La innovación y la singularidad son la regla que marca sus movimientos y adaptaciones. La unidad de la trama es fruto de su determinación en honrar la diversidad. Y cada momento, una oportunidad para contemplar el ritmo en que la gran obra se desarrolla.

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