Por el Maestro Alan Wallace.
Como resultado del genocidio perpetrado contra las culturas budistas de Asia durante el siglo XX a manos de los varios regímenes comunistas, y toda la agitación de la publicidad del materialismo científico, se ha puesto en peligro la propia supervivencia del Budismo Mahayana en particular. Así, para muchos de sus seguidores, la preservación de la vitalidad de la tradición Mahayana en el mundo moderno es de la más alta prioridad. Hay varias formas de preservar esta tradición. Externamente, la creación de imágenes del Buddha, la traducción y publicación de las enseñanzas budistas, y la construcción de Stupas son formas de preservar las representaciones el cuerpo, habla y mente del Buddha.Todas son expresiones de devociòn. En una ocasión, Dromtönpa (1005-1064), el principal alumno tibetano de Atisha, el gran maestro budista indù, se encontró con un hombre involucrado en varios tipos de practica devocionales. Él le dijo “es muy bueno que te apliques a las practicas devocionales, pero es mejor practicar el Dharma”.
Para preservar su tradición, muchos budistas en la actualidad establecen como la más alta prioridad el enseñar y estudiar los textos budistas. Cuando Dromtönpa se volvió a encontrar con el mismo practicante, lo encontró aplicado al aprendizaje de las escrituras, a lo que él (Dromtönpa) respondio, “Es muy bueno estudiar textos, pero es mucho mejor practicar el Dharma”.
En orden de preservar el verdadero significado del Budismo, hoy en día muchos practicantes sinceros se aplican meses o incluso años a la meditación, practicando atención plena muchas horas al día, o entrando en el retiro de tres años en el cual practican una variedad de meditaciones del Vajrayana. Cuando Dromtönpa por tercera vez se encontró con el mencionado practicante, lo encontró inmerso en meditación, a lo cual él le replico, “Es muy bueno que practiques meditación, pero es mucho mejor practicar el Dharma”.
La manera esencial de hacer que la mente de uno se vuelva el Dharma es realizar la irreversible Bodhichitta y por tanto alcanzar el estado inicial del camino de la acumulación del Mahayana, el primero de los cinco caminos que llevan a la perfecta Iluminación. La Bodhichitta se vuelve irreversible, cuando está basada en el insight (visión clara interna) adquirido por las cuatro aplicaciones cercanas de la atención plena, transformando así “Bodhichitta como tierra” en ·Bodhichitta como el oro”. Basada en shamatha, Bodhichitta e insight, la practica Vajrayana de cierto que puede realizar la perfecta Iluminación en una vida. Pero sin dichas bases en la estabilidad mental, compasión y sabiduría, hablar de la Budeidad en esta o cualquier vida, no es nada más que propaganda.
Para realizar autentica Bodhichitta y convertirse en un Bodhisattva, muchos de los grandes académicos en la tradición Budista han enseñado que la mente debe ser hecha útil para la práctica espiritual realizando shamatha, específicamente el acceso al primer dhyana (estabilización meditativa). Aunque no hay total consenso en este punto, todos concuerdan que una mente muy propensa al desbalance atencional de excitación y laxitud es inadecuada para realizar los sublimes estados de Bodhichitta en vipashyana (visión contemplativa). Así por lo menos el desarrollo parcial de shamatha es esencial para desarrollar ambos.
La estructura fundamental de la práctica Budista, común a todas las escuelas del Budismo, consiste en las tres fases secuenciales de ética, samadhi y sabiduría. En el contexto de estos tres “altos entrenamientos”, samadhi se refiere no solo al desarrollo de la atención unifocada, sino que también a otros aspectos del desarrollo mental, incluyendo los cuatro Inconmensurables (Amor, Compasión, Alegría, y Ecuanimidad), Renuncia, y en el contexto del Budismo Mahayana, la Bodhichitta.
Entre todas las enseñanzas del Buddha registradas en el canon Palì, la práctica de shamatha más comúnmente enfatizada, es la atención plena en la respiración (anapanasathi- palì), particularmente para personas cuyas mentes están muy agitadas por pensamientos involuntarios. Comparados con los indios del tiempo del Buddha, o lo tibetanos nómades que viven hoy en día, la mayoría de nosotros puede verse grandemente beneficiada de tales prácticas, las cuales están específicamente diseñadas para gente como nosotros! El Buddha dijo de esta práctica. “Justo como en el último mes de la temporada calurosa, cuando una masa de polvo y suciedad se arremolina y una gran nube de lluvia fuera de temporada se dispersa y sofoca en el acto, así mismo la concentración de la atención plena en la respiración cuando desarrollada y cultivada, es pacífica y sublime, un reposo de ambrosia, dispersa y sofoca en el acto los estados negativos donde quiera que surja”. La propia naturaleza de tal práctica ayuda no solo a traer calma y alegría a la mente, sino que también ayuda a reforzar nuestro “sistema inmunológico psíquico”, haciendo a la mente menos vulnerable a las aflicciones mentales.
Generalmente, el cultivo de shamatha lleva a la liberación de los cinco oscurecimientos de (1) laxitud y letargo, (2) incertidumbre, (3) malicia, (4) excitación y culpa, y (5) deseo sensual. El Buddha dijo “ Mientras los cinco oscurecimientos no sean abandonados uno se considera así mismo , endeudado, enfermo, esclavizado y perdido en un desierto”. Los contemplativos budistas indios descubrieron que estos cinco oscurecimientos son contrarrestados por los cinco factores de la estabilización meditativa. Específicamente (1) el examen de los fenómenos burdos contrarresta la laxitud y letargo, (2) la investigación aguda contrarresta la incertidumbre, (3) el bienestar contrarresta la malicia, (4) la bienaventuranza contrarresta la excitación y culpa, y (5) la atención unidireccional contrarresta el deseo sensual. Es fascinante notar que la práctica no discursiva puede ser efectiva para superar el deseo sensual y la malicia, de esta manera sirviendo como base para el desarrollo de renuncia y la compasión.
La práctica de shamatha que no está motivada por la renuncia y la Bodhichitta podrìa resultar en nada más que en un alivio temporario del estrés y la agitación, e incluso tal vez lleve a un sentido de complacencia auto-centrado y a un renacimiento desafortunado. Con una motivación autentica, shamatha puede realmente incrementar la renuncia y la Bodhichitta, generando una gran inspiración para la practica espiritual. Bien motivada la practica enfocada en actividades externas incluyendo postraciones, circunvalaciones, y la recitación de mantras y liturgias, tendrá poco beneficio si la mente esta distraída. Como el Bodhisattva Shantideva de India escribió, “ El Omnisciente (Buddha Shakyamuni) declaro que todas las recitaciones y austeridades, aunque practicadas por largo tiempo, son en realidad inútiles si la mente esta aletargada en otra cosa.
La estructura del camino Mahayana consiste de las seis Perfecciones de generosidad, moralidad, paciencia, entusiasmo, estabilización meditativa y sabiduría. La práctica de shamatha está incluida en el cultivo de la estabilización meditativa (dhyana), y está basada en el desarrollo previo de las primeras cuatro perfecciones. Esto resalta la importancia de cultivar las bases éticas y estados mentales positivos para practicar, antes de buscar el logro de la concentración unidireccional.
Aproximadamente 1500 años después del Buddha (563 – 483 ac), el gran maestro budista indù Atisha (980-1054), compuso el primer” Lam-rim” o Enseñanzas sobre los Estadios del Camino, específicamente para los tibetanos. Esta estructura fue subsecuentemente adoptada por todas la escuelas budistas tibetanas, comenzando con Guru Yoga y culminando con la práctica de vipashyana. Para los tibetanos tradicionales criados en la cultura tibetana, con gran fe y buena comprensión del Budismo, Guru Yoga puede ser bien practicado al comienzo del camino por el bien de las muchas bendiciones que dicha práctica trae. Pero en el mundo moderno secular, un foco inicial en Guru Yoga, especialmente con énfasis en las perfectas cualidades del Guru, puede llevar a muchos problemas, al punto de que ha sido muchas veces discutido por el Dalai Lama. Para gente con poca fe o entendimiento, o para aquellos que son nuevos en el Budismo, tal vez lo mejor sea al principio enfocarse en el Guru como simplemente un representante o emisario del Buddha. Al aventurarse uno en la práctica Mahayana, uno podría ver al Guru como si él o ella fuera el Buddha. Finalmente basado en una profunda fe y entendimiento de las enseñanzas de la Naturaleza búdica y Vacuidad, uno podría enfocarse en la práctica Vajrayana viendo al Guru como siendo realmente el Buddha, mientras que simultáneamente se desarrolla orgullo divino y percepción pura de todos los fenómenos.
Aunque hay muchos métodos para el desarrollo de shamatha, cada uno con sus ventajas, dos métodos son particularmente enfatizados en la tradición Mahamudra (Gran Sello), debido a sus grandes ventajas para profundizar en la naturaleza de la conciencia. El Mahasiddha (Gran Realizado) Maitripa de India del siglo XI, el cual enseño a Marpa lotsawa (tibt. “el traductor”) y fundador del linaje Kagyu, describe a continuación, el primer método de enfocarse en los pensamientos:
“ En relación con la excesiva proliferación de conceptos, incluyendo los cinco o tres venenos, en torno a la dualidad sujeto – objeto, tales como las diez Virtudes, las Perfecciones – ya sea que sean positivos o negativos los que surjan – quieto y sin conceptos observa su naturaleza. Haciendo esto, se calman sin aferramiento-, claras y vacía conciencia surge vívidamente, sin aferramiento; surge en la naturaleza auto-liberada la que se reconoce a sí misma. De nuevo, dirige la atención a cualquier pensamiento que surja, y sin aceptación ni rechazo, permite que esta se reconozca su propia naturaleza. De esta manera aplica las instrucciones de la transformación de las ideas en el camino”.
Aquí están las instrucciones sobre el segundo método el cual se enfoca en la ausencia de pensamientos: “Con el cuerpo poseyendo los siete atributos de Vairochana (posición del loto), siéntate sobre un almohadón suave en una habitación solitaria y oscura. Vagamente dirige los ojos a la vacuidad enfrente de ti. Observa que las tres conceptualizaciones de pasado, presente y futuro, así como también pensamientos positivos, negativos y neutros, juntos con todas sus causas, la unión y disolución de los pensamientos de los tres tiempos, se cortan por completo. No traigas pensamientos a la mente. Deja que la mente sea clara y vacía como un cielo sin nubes, desprovista de aferramiento y establecida en la Vacuidad Última. Por hacer así, surge el regocijo, la claridad y la no conceptualidad de la quintaesencia (quietud) de shamatha. Examina el apego, odio, dependencia, aferramiento, letargo o excitación y reconoce la diferencia entre virtudes y vicios”.
Hay dos aproximaciones tradicionales al Camino. Una implica primero adquirir la doctrina budista mediante el entendimiento, incluyendo la visión de la Vacuidad, y con esa base dedicarse a la meditación. De acuerdo con esta tradición, uno practica shamatha solamente después de haber estudiado el shastra (tratado) de Maitreya (el Buddha del futuro) “El Ornamento de la Clara Realización”, revelado a Asanga (315 – 390 filosofo), y luego uno practica vipashyana solo después de estudiar cuidadosamente el “ Suplemento al Camino del Medio” de Chandrakirti (600-650 filósofo y abad de Nalanda). De acuerdo con la segunda tradición, uno puede buscar la visión de la Vacuidad en base de haber realizado shamatha primero. En su texto “La Vía de los Jìnas: un Texto Raíz en la Preciosa Tradición Geluk-Kagyu del Mahamudra”, Panchen Lobsan Chokyi Gyaltsen (1570–1662, el 4to Panchen Lama), tutor del 5to Dalai Lama (1617 -1682) ejemplifica la segunda tradición cuando él da a continuación la enseñanza esencial de shamatha, en la cual sintetiza los dos métodos citados más arriba por Maitreya:
“De los dos enfoques, buscar meditar sobre la base de la visión y la búsqueda de la visión sobre la base de la meditación, lo que sigue es conforme a este último enfoque. En un cojín cómodo para el cultivo de la estabilidad meditativa, asume la postura de siete puntos y con la respiración en nueve puntos limpia las energías vitales rancias.
Cuidadosamente distingue entre la pureza radiante de la conciencia y sus contaminaciones, y con una mente virtuosa prístina comienza por tomar Refugio y cultivar Bodhichitta. Medita en el camino profundo de Guru de Yoga, y después de hacer cientos de súplicas sinceras, deja que el gurú se disuelva en ti mismo.
No modifiques la naturaleza de las apariencias evanescentes con pensamientos tales como las esperanzas y miedos, pero descansa por un tiempo en la meditación ecuánime e inquebrantable. Este no es un estado en el que tu atención se ha quedado en blanco, como si se hubiera desmayado o dormido. Más bien, coloca al centinela de la atención sin distracciones y enfócate en la introspección de los movimientos de la conciencia. Enfócate de cerca en su naturaleza de cognoscencia y luminosidad, obsérvala desnuda. Cualesquiera sean los pensamientos que surjan, reconócelos a cada uno. Alternativamente, como un participante en un duelo, corta completamente cualquier pensamiento que surja; cuando hay silencio después de que se hayan desvanecidos, relájate libremente, pero sin perder la atención. Como se dice, «Enfoca de cerca y relaja libremente – es allí donde la mente se establece”. Relájate sin vagar, como dice el dicho:»Cuando la mente está enredada en el ajetreo sin duda se libera a sí misma».
Cuando sea que surjan pensamientos, si se observa su naturaleza, naturalmente desaparecen y surge una clara vacuidad. Del mismo modo, si la mente es examinada cuando todavía está quieta, se percibe un vivo, despejado y luminoso vacío que es percibido y conocido como la fusión de la quietud y el movimiento. «Cualquiera que sean los pensamientos que surjan, no los bloquees, pero reconoce sus movimientos, céntrate en su naturaleza, como un pájaro enjaulado en un barco. Sostén tu conciencia como en el dicho: «Como un cuervo que vuela desde un barco, da círculos alrededor, y se posa a bordo una vez más.»
La naturaleza de la meditación estabilizada no es oscurecida por nada, es límpida y clara. No establecida como cualquier cosa física, es un claro vacío como el espacio. Permitiendo que cualquier cosa surja , esta vívidamente despierta. Tal es la naturaleza de la mente. Esto es considerado como percepción directa, sin embargo, no puede ser definido como «esto» o demostrado en palabras. Lo que sea que surja, descansa libremente, sin aferrarse: «hoy en día, en su mayor parte, los contemplativos de Tibet lo proclaman uniformemente, como un consejo practico para lograr la Iluminación. Sin embargo, yo, Chökyi Gyaltsen, declaro que esto se trata de un método excepcionalmente hábil para los principiantes para lograr la estabilidad mental y para identificar la naturaleza relativa de la mente «.
La naturaleza relativa de la mente es pura luminosidad y conocimiento, que son las características que definen a la conciencia. El Buddha también se refirió a esto como la señal (nimitta) de la mente. Él declaró que si uno cultiva las cuatro aplicaciones de la atención cercana sin que la mente se concentre y sin haber abandonado las impurezas, uno no va a reconocer la naturaleza esencial de la mente. Estas enseñanzas sobre shamatha proveen una base no sólo para el cultivo de los Cuatro Inconmensurables y la Bodhichitta, sino también para el cultivo del «insight» a través de las prácticas fundamentales de las cuatro aplicaciones de la atención plena.